La mayoría de las personas no lo saben, pero elegir la terapia de luz incorrecta podría significar meses de dolor sin resultados.
Si tiene dolor nervioso con ardor y hormigueo, es muy probable que haya oído hablar de la terapia de luz roja y luz infrarroja.
Suenan similares.
Pero aquí está la verdadera sorpresa: sólo uno llega lo suficientemente profundo como para ayudar a sanar los nervios.
Descubramos cómo funcionan y cuál es mejor para tus nervios.
¿Qué es la terapia de luz roja?
La terapia de luz roja utiliza un tipo especial de luz en la parte roja del espectro de luz...
El tipo que puedes ver.
Brilla directamente sobre tu piel y ayuda a que las capas superiores de tu cuerpo funcionen mejor.
Los médicos y centros de bienestar suelen utilizarlo para tratar la piel y lesiones menores.
Cómo funciona:
Cuando la luz roja llega a la piel, es absorbida por las células.
Ayuda a las mitocondrias (pequeños motores de las células) a producir más energía.
Esta energía extra puede ayudar a que tu cuerpo se sane más rápido.
La luz roja también ayuda a reducir la hinchazón y mejora el flujo sanguíneo en las capas superiores de la piel.
Para qué sirve:
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Problemas de la piel como acné, cicatrices o arrugas.
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Pequeños cortes o moretones cerca de la superficie
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Dolor leve e hinchazón cerca de las articulaciones o los músculos.
Lo que no puede hacer:
La luz roja sólo llega hasta media pulgada de profundidad.
Eso es excelente para problemas superficiales, pero no lo suficiente para ayudar con el dolor nervioso que proviene más profundamente en el cuerpo.
Puede calmar los síntomas por un tiempo, pero generalmente no puede solucionar el problema real.
¿Qué es la terapia de luz infrarroja?
La terapia de luz infrarroja utiliza luz que usted no puede ver, pero que su cuerpo aún puede sentir.
Está en la parte “invisible” del espectro de luz y llega mucho más profundo...
Hasta 2 pulgadas o más debajo de la piel.
A menudo se utiliza para problemas más grandes, como dolor nervioso o lesiones musculares profundas.
Cómo funciona:
La luz infrarroja viaja más profundamente a los músculos, articulaciones y nervios.
Al igual que la luz roja, ayuda a las mitocondrias a producir más energía.
Pero también hace más:
Mejora el flujo sanguíneo en los tejidos profundos e incluso puede ayudar al cuerpo a desarrollar nuevas células nerviosas activando señales curativas especiales.
Para qué sirve:
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Dolor profundo en músculos o articulaciones.
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Dolor nervioso como ardor u hormigueo en los pies o las manos.
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Dolor a largo plazo debido a lesiones o diabetes.
Por qué es mejor para la curación de los nervios:
Los nervios generalmente se localizan más profundamente en el cuerpo.
La luz infrarroja puede llegar a esos puntos, ayudando a reparar el nervio real, no sólo a aliviar el dolor.
Con el tiempo, incluso puede ayudar a restaurar la sensibilidad y el movimiento en áreas afectadas por daño nervioso.
Luz roja vs. luz infrarroja: Comparación directa
En resumen: la luz roja ayuda a controlar los síntomas en la superficie, mientras que la terapia infrarroja llega más profundamente para abordar la causa raíz de la neuropatía.
¿Necesitas dos dispositivos?
No necesariamente.
Hoy en día, muchos dispositivos combinan luz roja e infrarroja para ofrecer beneficios curativos completos.
Un ejemplo es la varita RedRevive . Incluye:
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Luz roja para hinchazón y dolor superficial.
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Luz infrarroja para una curación más profunda y reparación nerviosa.
Esta combinación te ayuda a sentirte mejor superficialmente y en lo profundo, todo en una sola sesión.
Reflexiones finales: ¿cuál debería elegir?
Ambas terapias ofrecen ventajas únicas:
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La terapia de luz roja mejora la circulación y reduce la inflamación.
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La terapia de luz infrarroja penetra más profundamente para ayudar a regenerar los nervios dañados.
Para muchas personas con neuropatía, usar ambos juntos ofrece los mejores resultados.
Y no importa qué terapia elijas, la clave del éxito es la constancia, la curación del nervio requiere tiempo y un tratamiento regular.
